¿Tatuajes y salud: existe un riesgo real?
Tatuarse es una tendencia que va en aumento. Hasta el 10% de la población mundial posee algún tatuaje, mientras que en Europa o en Estados Unidos entre un 20% a un 30% de la población puede tener por lo menos un tatuaje.
Los grupos de edad que más se realizan tatuajes son los jóvenes entre 20 y 40 años.
A medida que los tatuajes se vuelven más populares, también aumentan las publicaciones relacionadas con los posibles riesgos para la salud. Entre las complicaciones de los tatuajes se incluyen las infecciones bacterianas, fúngicas o virales, reacciones eccematosas, dermatosis inflamatorias localizadas, sarcoidosis, granulomas por cuerpo extraño, queloides, erupciones cutáneas
inflamatorias generalizadas y cánceres como el cáncer cutáneo y el linfoma no Hodgkin.
Además de los factores de riesgo personales para desarrollar cáncer, uno de los riesgos conocidos es que a algunos pigmentos pueden descomponerse en aminas aromáticas cancerígenas y que la tinta del tatuaje no permanece solo en la piel, sino que los pigmentos pueden ser transportados a través del sistema linfático hasta los ganglios linfáticos y potencialmente a otros órganos
con la consiguiente acumulación de sustancias químicas en el organismo a largo plazo. Por otra parte, la eliminación de los tatuajes con láseres tampoco elimina este riesgo.
Sin embargo, los resultados de los diferentes estudios realizados hasta la fecha no aportan datos concluyentes sobre una relación causal entre los tatuajes y el cáncer, aunque algunos encuentran una mayor incidencia de algunos tipos de cáncer de piel y linfoma en personas con tatuajes, pero sin relación entre el tamaño del tatuaje o el color.
¿Existe un vínculo con el cáncer?
Por este motivo, la Agencia para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha puesto en marcha una investigación para analizar los efectos de los tatuajes en el desarrollo de enfermedades a largo plazo, incluido el cáncer.
Si bien los posibles efectos cancerígenos de los tatuajes siguen sin estar claros, la evidencia actual, no permite asegurar que estén completamente libres de riesgos para la salud.

Emilce Insua
Puesto
Doctora en Medicina y Cirugía. Médico estético. Experta en Comunicación Pública, Divulgación de la Ciencia y Asesoramiento Científico por la Universidad Autónoma de Madrid.